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Un cumpleaños sobre las nubes de Buenos Aires

Actualizado: 19 jun 2020



A diferencia de otros cumpleaños éste último fue MARAVILLOSO!!!!!! no quiere decir que los anteriores no lo hayan sido, al contrario, mi esposo siempre se esmera en tener lindas atenciones conmigo, pero es que esta vez fue una aventura en familia. Mi esposo dijo que  tenía una sorpresa sencilla y que debía usar ropa cómoda, protector solar y algo para protegerme la cabeza.  Imaginé un picnic con mis amigas, o tal vez un pequeño brindis a orillas del Rio de la Plata en Costanera; Pero todo sobrepasó mis expectativas: Ese sábado nos alistamos con ropa deportiva despues de una larga y divertida noche con mis amigas en el departamento. Un auto vino por nosotros y nos llevó a un acogedor pueblo que se llama "Capilla del Señor", luego nos dejó en una estación de servicio. A este punto estaba ansiosa, intrigada y nerviosa, en el buen sentido, claro está.


 Esperamos unos minutos allí y vino otro auto por nosotros. Un Señor saludó con una amable sonrisa, mi esposo nos presentó y  fuimos con Él a una casa con una zona verde inmensa. Nuestro hijo comenzó a correr por todas partes,  a buscar hormigas,  a saltar, como todo niño cuando llega a un parque.


Habían más personas en la casa y todos llevaban en su ropa un anuncio que decía "Globos Aerostáticos". Llegó una camioneta con una canasta de mimbre café muy grande, sacaron todo el equipo y comenzó el armado del globo.


Yo me quedé sin palabras. El piloto nos recomendó esperar 15 minutos hasta que el viento se calmara para que nuestro hijo no se llevara un buen susto allá arriba si el globo tomaba inesperadamente cualquier dirección con alguna ráfaga de viento. Esos minutos fueron eternos para nosotros.


Mi hijo en ese momento me dice en voz baja: "mami, te voy a contar un secreto: "Los globos para funcionar necesitan aire caliente". Por Dios, me quedé asombrada, dónde aprendiste eso, le pregunté y me respondió que fue en la tele con Doki. Lo felicité y lo aplaudí.  que bueno que esté aprendiendo cosas lindas con las caricaturas :) llegó el momento y nos dieron autorización de subir, pero antes, debíamos ayudar a sostener la lona para ser inflada.


Nuestro hijo estaba muy concentrado ayudándonos a sostener los cables del globo pero cuando comenzaron a ponerle fuego nos retiramos con el niño por motivos de seguridad.


Teníamos en principio la idea que cuando el globo estuviera listo iba a quedarse quieto para poder subir, como en las caricaturas, pero no es así. Hay todo un equipo de personal, entre ellos cadetes de bomberos para sostener la canasta del globo mientras ésta intenta elevarse y es en ese momento donde subimos.


 Debo confesar que mi hijo y yo una vez  dentro de la canasta quedamos agachados con miedo de asomar la cabeza, mientras que mi esposo estaba de pie al lado del piloto contemplando el paisaje y saludando al fotógrafo que a lo lejos nos pedía una sonrisa para inmortalizar ese momento en su cámara.


Al levantar la mirada me dí cuenta que estábamos tocando la copa de los árboles.


Comencé a llorar de la emoción, de miedo y de amor por mi esposo que se esforzó mucho para sorprenderme. Nuestro hijo muy tranquilo veía todo por una pequeña ventana de la canasta que nos llevaba por el aire.


No solté la pequeña mano de mi hijo hasta que llegó la calma aunque mi pulso lo tenía a mil por hora. Tampoco tomé muchas  fotos con mi teléfono celular porque mis manos no paraban de temblar.


La tranquilidad y la belleza son indescriptibles. A 200 metros de altura se podían escuchar cantos de aves; a lo lejos en el campo vimos diferentes cosechas. Es una terapia relajante viajar dentro de esta burbuja de colores. Las casas y los caminos se ven diminutos, pero lo mas espectacular de todo es apreciar el atardecer suspendido plácidamente sobre ésta magnífica obra de ingeniería Antigua transformada en poesía.


No comprendí la regla de llevar gorra o sombrero hasta que escuchamos una fuerte ráfaga de fuego. Ese sonido interrumpió nuestro relax.


El piloto nos calmó y explicó que esto se iba a repetir durante todo el recorrido para mantenernos a flote.


Pude darme cuenta que mi cabeza estaba ligeramente caliente, así que tampoco miré muchas veces hacia arriba por miedo a quemarme las pestañas, algo exagerado, lógico, pero entiendan que esta era la primera vez que subía a un globo.


Esta fue una romántica prueba de fuego, la superé y quedé mas feliz que nunca, además porque es una experiencia con la que alguna vez de niña soñé!!!! mi hijo gritaba de emoción: "estamos cerquita al sol, estamos al lado del sol, miren", esas palabras completaron aun más el regalo cumpleaños.


 Mientras que nosotros nos deleitábamos con este maravilloso invento de los hermanos Montgolfier, abajo, en la carretera estaba todo el equipo siguiéndonos en un auto y comunicándose con nosotros por un radiotransmisor.


Ricardo, nuestro piloto cuenta con 15 años de experiencia en globos, y en el momento del aterrizaje le pidió a mi esposo ubicarse junto a él para hacer peso en una parte de la canasta, de tal forma que nos amortiguaban la caída nuestro hijo y a mí. El globo comenzó lentamente el descenso y la cosecha de soja que antes se veía tan pequeña empezó a cobrar otra dimensión, la canasta  rozaba bruscamente los cultivos dejando una visible marca en la tierra. Estábamos muy nerviosos, nos agarramos fuerte pero nuestro hijo  se reía.


Así que eso fue lo que nos dió algo de paz en medio de esta sensación extraña. La canasta finalmente cayó y en menos de un segundo quedó totalmente quieta. Nosotros también quedamos inmóviles tendidos sobre el suelo. Fueron segundos en total silencio.


Ricardo le dijo a mi esposo que ya podía salir del globo y que sacara al niño. Antes que yo pudiera salir, llegó todo el equipo con los cadetes de bomberos y el fotógrafo me tomó unas fotos muy graciosas sobre la cosecha.


Nuestro hijo salió entusiasmado a contarle la experiencia a todos.


Levantaron y desarmaron el globo, lo pusieron dentro de la camioneta y nos fuimos.


Ricardo nos contaba que para aterrizar debía ser solo en lugares autorizados así que todo estaba calculado y no hubo nada fuera de lugar.


Nos dieron champaña para brindar junto a nuestros respectivos certificados de vuelo.


 Es así como cerramos con broche de oro mis 33 años. Quedé lista para iniciar nuevas aventuras con mi familia e inmensamente agradecida con la vida por darme un esposo maravilloso y un equipo altamente responsable y calificado que se hizo cargo de nosotros en este oficio loco y espectacular.


Si deciden tomar esta experiencia no lo hagan con un bebé de brazos.


Si hay dos o más niños el clima debe estar totalmente calmado, sin nada de viento para que el vuelo y el aterrizaje sean placenteros y no un trauma para nuestro hijos.


Es bueno que le pregunte con anticipación en casa a su hijo para ver si se anima y no le da miedo. No suba con cámaras fotográficas porque pueden caerse (por lo menos a algunos pasajeros de Ricardo ya les pasó) es mejor que contrate el servicio completo que incluye fotógrafo y así se evita complicaciones.


Busque personas experimentadas en esto. Que tengan equipos en buen estado.


Los horarios son dos: 7 de la mañana o a las 20 horas.


El vuelo dura 1 hora.


Ricardo nos explicaba que muchas personas querían contratar el globo para pedir matrimonio pero Ricardo NO lo recomienda porque en el aire todo es muy tranquilo pero al aterrizar la experiencia puede ser algo fuerte y corren el riesgo de salir de mal genio, mas que todo por las emociones juntas que esa experiencia genera. Me gustaría que alguien afirmara o negara esa teoría si la ha vivido, les envío un abrazo y feliz semana para todos, gracias por visitar la pagina :)


Los datos de la Empresa:


Buenos Aires Outdoors, experiencias originales

Gustavo Christian Gehart (Ejecutivo de cuentas)

Tel: (+5411) 5258-5383 linea rotativa

Móvil: 153872 5702

www.buenosairesoutdoors.com.ar

Aquí les dejo el vídeo de nuestro día en globo:




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